1. Vestido blanco... solo si quieres protagonizar una persecución a lo "Cops".
Hay una paleta infinita de colores como para no pensar en la novia ese día. Por favor, elige el que más se adecúe a ti, seguro que irás mil veces más fabulosa que de blanco (o beige, o blanco roto, o crudo..., ejem).
2. "Me caso yo, no tu ex".
Este no es el momento para dramas de telenovela. Si tu ex está invitado, sonríe de forma cortés, finge madurez o demuéstrala, y guarda las lágrimas para cuando se acabe el pastel. Un extra: puedes ir al baño a respirar hondo de vez en cuando.
3. Lleva zapatos cómodos... O toma de tu propia medicina.
Si decides llevar esos tacones de 12 centímetros que odias, no pongas cara de mártir al tercer baile. Te dimos la opción de bailar reggaetón sin fracturas, y tú erre que erre... Lleva tacones cómodos (sí, existen, habitan entre nosotros) o lleva un zapato plano para cambiarte una vez que no aguantes más. Nadie quiere ver cómo buscas tiritas entre los demás invitados.
4. El brindis no es una audición para "Stand Up".
No es tu momento para hablar de “aquella vez que la novia vomitó en Cancún”. Guarda los chismes para el after o el grupo de WhatsApp, por favor.
5. Sí, vas a comer. No, no puedes cambiar el menú en la boda.
Eres alérgica al gluten, intolerante al drama y vegetariana en luna llena... ¿No lo has comunicado a los novios hasta que te sientas en la mesa ese día...? Sorry, pero esto no es un restaurante. No intentes molestar a los camareros con tus dietas y mucho menos a los novios. Avisa con antelación o come de lo que puedas. Tú decides.
6. No se rapta al DJ.
Sabemos que amas "Tusa", pero si la pides por cuarta vez, alguien te va a bloquear de por vida. Avisada quedas.
7. Bailar sobre la mesa es opcional. Caerte de la mesa, no tanto.
Apreciamos el entusiasmo, pero si terminas en urgencias, no reembolsamos entradas. Si has bebido algunas copas, intenta quedarte en una superficie plana y estable.
8. Diviértete. Pero con dignidad (relativa).
Puedes perder los zapatos, la vergüenza y hasta la voz… pero si pierdes la dignidad, que sea con estilo.
9. Si no puedes asistir a la boda, manifiéstate.
Si te han invitado y no puedes acudir, al menos avisa. Es una falta de respeto no responder o no avisar ni siquiera a la pareja que sí cuenta contigo en su día más especial. Si no avisas, demuestras que no te importan, y puedes romper algún que otro corazoncito...
Siguiendo estos tips y demostrando cuánto quieres a la pareja respetando sus decisiones en su gran día y disfrutando con y por ellos, serás la invitada perfecta en cualquier boda.
Pero si aún así quieres coronarte, no te pierdas nuestros próximos posts con más pasos para saber cómo vestir o qué regalar. Y si quieres saber algún truco en especial, escríbenos por email o a través de Instagram y haremos un post sobre el tema del que tengas dudas.